Una vez pasadas las fiestas, empieza enero y la vuelta a la normalidad. Es bastante probable que en tus propósitos de año nuevo hayas apuntado aquello de “seguir la dieta” de forma estricta o “ir al gimnasio 5 veces en semana”. Pero seamos realistas, a veces es difícil compaginar todo: el trabajo o los estudios, la vida personal y el gimnasio. Sin embargo, hay otras opciones para ayudar a mantener la línea y perder peso sin tener que sacrificar otras cosas, como el tiempo libre o la comida apetitosa. Bien es cierto que no debemos abusar de los caprichos gastronómicos, pero siempre podemos encontrar sustitutos que sepan igual de bien y que nos ayuden a bajar de peso.
Uno de los grandes problemas con el que nos encontramos no es precisamente haber aumentado nuestro volumen únicamente debido a la grasa corporal, sino que a veces nos vemos hinchados por retención de líquidos o gases, especialmente en la zona del abdomen. Hoy te daremos unas pautas que debes seguir para evitar tener el abdomen hinchado.
Evita las bebidas alcohólicas
Aunque no podemos afirmar que un alimento o bebida en concreto engorden en el 100% de los casos, es conveniente conocer que ayudan a ello. Por este motivo, debes saber que 1 gramo de alcohol equivale a unas 7 Kcal aproximadamente, y que, además se trata de calorías vacías (es decir, no aportan ningún tipo de nutrientes, sino que se almacenan en tu cuerpo directamente en forma de grasa).
Además, se ha demostrado que las bebidas alcohólicas aumentan el apetito. Si te fijas, en los bares siempre ponen un plato de frutos secos o aceitunas al pedir vino o cerveza. Muy rara vez consumimos este tipo de bebidas sin acompañarlas de comida, aunque sea en pequeñas cantidades.
Evita también las bebidas gaseosas o carbonatadas
Tomar refrescos es un hábito que para muchos forma parte de su día a día. En realidad el refresco es una adicción tan grande que podría compararse a fumar o beber alcohol. Se siente bien cuando lo tomas, pero lentamente va deteriorando tu cuerpo.
El consumo excesivo de refrescos y la obesidad están estrechamente relacionados. Se estima que por cada refresco que tomes eres 1.6 veces propenso a ser obeso. Y aunque sabemos que tomar refrescos azucarados es perjudicial para la salud, nos cuesta evitar su consumo. Cada lata de gaseosa tiene, aproximadamente, 150Kcal. Si te dan ganas de comer algo dulce, sustituye estas bebidas por zumo de frutas natural. Si lo que tienes es sed, simplemente evita estas bebidas y opta mejor por un vaso de agua.
Intenta evitar el chicle o goma de mascar
Existe una gran controversia acerca de los efectos adelgazantes del chicle. Por todos es sabido que consumir chicle ayuda a calmar la ansiedad por ingerir alimentos dulces y picotear entre horas, ayudando también de forma directa al control de una ingesta excesiva de calorías y por lo tanto se puede concluir que ayuda a reducir el apetito. Comer chicle no nos hará perder peso, pero ayudará levemente a ello.
Sin embargo, también tiene sus efectos negativos: consumir chicle en exceso puede tener efectos laxantes y por tanto ocasionar diarreas, además de causar otros problemas gastrointestinales como la hinchazón y dolores de estómago.
Cocina alimentos con poca sal (bajos en sodio)
Al igual que el azúcar, comer sal en exceso tampoco es bueno. Consumir habitualmente este producto en grandes cantidades puede traer problemas renales, osteoporosis y hasta cáncer de estómago. a mayor parte de la ingesta diaria de sal, el 80%, proviene de los productos envasados y pre-cocinados.
El consumo excesivo de sal también es responsable de la retención de líquidos, lo que hace que en muchas ocasiones nos veamos hinchados. Evitando comer alimentos ricos en sodio, y haciendo algún tipo de actividad física, ayudaremos a nuestro cuerpo a eliminar estos excesos.
¡Adiós a la comida rápida!
Algunos restaurantes de comida rápida intentan vendernos la moto diciendo que sus productos son 100% naturales, carne de pollo o de vacuno. Esto es verdad hasta cierto punto. Lo que no nos cuentan es la cantidad de grasa que incluyen en cada una de sus hamburguesas.
Y aunque a todos nos gusta pecar, y tener un “cheat-meal” de vez en cuando, es obvio que nuestra dieta no puede incluir este tipo de alimentos habitualmente, ya que aparte de hinchar nuestro abdomen, puede acarrear otros problemas tales como el colesterol.
Di NO a las patatas fritas
Otro placer al que debes renunciar. Al igual que las hamburguesas, nos encantan pero debemos evitarlas. Las patatas fritas, o mejor dicho, los alimentos fritos en general (sí, también te hablo del pescaito frito) actúan como una esponja que absorbe las grasas saturadas.
Si no puedes evitar su consumo, al menos redúcelo. También te recomendamos que intentes comer alimentos lo más naturales posible, así que si vas a comer patatas, que sean al menos patatas naturales y no pre-congeladas o de comida rápida, y fritas con aceite de oliva. Un buen sustituto para las patatas fritas es cortarlas muy finas y ponerlas en una bandeja en el horno (quedan crujientes y esta opción es mucho más saludable).
Evita la mayonesa siempre que puedas
Aunque en la etiqueta del producto ponga ‘light’, hay varios alimentos que siguen siendo altos en contenido graso, ya que los ingredientes necesarios para su elaboración también lo son. Esto ocurre con la mayonesa, el paté, las patatas fritas de bolsa…
De esta forma si, por ejemplo, la mayonesa convencional de una marca contiene un 75% de materia grasa, una variante de mayonesa de esa misma marca con un 50% de grasa podría etiquetarse como light. Mejor sustitúyela por pure de verduras o pasta de tomate natural. En el caso de que necesites la mayonesa porque es un ingrediente importante (en el caso de la ensaladilla, por ejemplo), elabora la mayonesa tú mismo. Será más sano que una salsa procesada.
Adiós también a los helados
Dicen que todo lo bueno engorda, y a estas alturas debes estar leyendo el post y pensando lo mismo ¿a que sí? Los helados, al igual que cualquier otro alimento con alto contenido de azúcar, engordan. Sin embargo, no todo es tan malo.
En verano siempre nos apetece un helado para ayudar a combatir el calor. Y aunque debemos renunciar (o, en su defecto, reducir) al consumo de helados, siempre podemos buscar una alternativa. En este caso puedes elaborar helados con zumo de frutas naturales.
Evita los alimentos que te producen gases
Junto con la retención de líquidos, los gases son uno de los factores que nos llevan a vernos más hinchados de la cuenta. Incluso personas extremadamente delgadas se ven hinchadas en alguna ocasión debido a los gases. Alimentos como las legumbres (habichuelas, lentejas, garbanzos…) son propensos a ocasionarnos molestias debido a los gases.
No queremos incitarte a evitar su consumo, sino a reconocer cuáles son los alimentos que te producen gases, y animarte a reducir la ingesta, y acompañarla de deporte y actividad física, ya que esto te ayudará a eliminar dichos gases.
¿Sin azúcar? Claro que sí, guapi.
Esto es similar a lo de los alimentos ‘light’. El hecho de que en la etiqueta ponga ‘sin azúcar’, no significa que esto sea verdad. El azúcar puede venir disfrazada bajo distintos nombres que nos costaría reconocer. Dextrosa, glucosa, jarabe y almidón de maíz o fécula… todos ellos son hidratos de carbono.
Hay algunos alimentos que sustituyen el azúcar por “polialcoholes” y son efectivos para personas con diabetes, por ejemplo, pero afectan el tamaño de tu abdomen y te pueden hacer sentir hinchado.
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